miércoles, 29 de septiembre de 2010

Círculos concéntricos.


Esta vez lo escribo, para que me quede claro, grabado, cristalino. No quiero que sea como esos sueños que olvide al despertar, percibiendo sin entender las imágenes en algún lugar recóndito de mi mente.
Yo no busco lo civilizado, lo normal, no quiero cánones absurdos. No quiero abrazos burdos ni miradas dulces. Las cuatro palabras más bonitas que encuentres en el diccionario no estarán hechas para mí. Escribirlo no significa que lo conciba, aún no ha llegado el momento en el que sea capaz.  Ni yo lo entiendo, pero tú sí has de entenderlo. Puede que después de esta larga época de círculos concéntricos descubra qué hay realmente en el medio. Ahora bien, nadie puede eliminar el miedo, ese miedo a la realidad. Y si no hay solución?
Y si no hay solución. ¿Yo qué hago?



Nunca sabemos hasta qué punto queremos conocer la verdad.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Hoxe.



                                                                      Los ojos que todo lo ven.