Beso soy, sombra con sombra. Beso, dolor con dolor, por haberme enamorado, corazón sin corazón, de las cosas, del aliento sin sombra de la creación. Sed con agua en la distancia, pero sed alrededor. Corazón en una copa donde me lo bebo yo y no se lo bebe nadie, nadie sabe su sabor. Odio, vida: ¡cuánto odio sólo por amor! No es posible acariciarte con las manos que me dio el fuego de más deseo, el ansia de más ardor. Varias alas, varios vuelos abaten en ellas hoy hierros que cercan las venas y las muerden con rencor. Por amor, vida, abatido, pájaro sin remisión. Sólo por amor odiado, sólo por amor. Amor, tu bóveda arriba y no abajo siempre, amor, sin otra luz que estas ansias, sin otra iluminación. Mírame aquí encadenado, escupido, sin calor, a los pies de la tiniebla más súbita, más feroz, comiendo pan y cuchillo como buen trabajador y a veces cuchillo sólo, sólo por amor. Todo lo que significa golondrinas, ascensión, claridad, anchura, aire, decidido espacio, sol, horizonte aleteante, sepultado en un rincón. Esperanza, mar, desierto, sangre, monte rodador: libertades de mi alma clamorosas de pasión, desfilando por mi cuerpo, donde no se quedan, no, pero donde se despliegan, sólo por amor. Porque dentro de la triste guirnalda del eslabón, del sabor a carcelero constante, y a paredón, y a precipicio en acecho, alto, alegre, libre soy. Alto, alegre, libre, libre, sólo por amor. No, no hay cárcel para el hombre. No podrán atarme, no. Este mundo de cadenas me es pequeño y exterior. ¿Quién encierra una sonrisa? ¿Quién amuralla una voz? A lo lejos tú, más sola que la muerte, la una y yo. A lo lejos tú, sintiendo en tus brazos mi prisión, en tus brazos donde late la libertad de los dos. Libre soy. Siénteme libre. Sólo por amor. |
domingo, 18 de marzo de 2012
Antes del odio.
miércoles, 14 de marzo de 2012
Desnuda.
¿Desnuda, dices? Desnuda,
desnuda de verdad. A ti
cedo mi camisa blanca, los
pantalones, complejos vestidos
difíciles complejos. Una palabra.
Mírame.
¿En pie, dices?
A ti mis bragas, el coletero
dos o tres lunares, miles de
por que, sudan sangre
y tú, alza la vista, dices.
Más, pides.
Mas pides mi desnudez la
camisa, los lunares encorvados...
¿Más? Desnuda. Ven,
ven desnuda a mí, acércate.
Mas ahora vísteme, viste
mi alma desnuda suda
seca enjuaga con tu boca
sus poros, seda
recórreme,
toma con tu lengua mi alma
y sólo devuélvela a mi boca.
Bésame.
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