martes, 25 de agosto de 2009
-Es el dulce desequilibrio lo que me mueve, de un lado a otro, más tarde doy vueltas, como un tiovivo, cada vez más rápido, más rápido... mil imágenes se funden en un torbellino lleno de color, pero mis ojos se cierran y el caos abita ahora en mi interior. Y da vueltas, y vueltas... mi mente comienza a sentir un sopor entonces, mi cuerpo deja de ser fácilmente manejable, moverse requiere un gran esfuerzo, y ese esfuerzo una vez hecho, elimina toda sensación anterior.
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Odio los tiovivos,me dan vértigo :_
ResponderEliminar¡ Qué alegría se respira en el ambiente !
ResponderEliminarTu texto también es interesante, más que el mío, por supuesto.
ResponderEliminarYo no escribo más que banalidades.